Es normal que cuando se está negociando un crédito con alguna entidad financiera, sobre todo con las estatales, surja la figura del período de gracia, también conocido cómo “tiempo muerto”, donde el deudor no tendrá que cumplir con su obligación asumida por un periodo de tiempo. Esto sin condonar los intereses, cómo muchos creen erróneamente. Por lo que, despejaremos todas las dudas que hay sobre este proceso.
¿Qué es el periodo de gracia?
El periodo de gracia es un lapso de tiempo donde una persona no tiene que pagar sus obligaciones, intereses o capital. Esto provoca que durante este lapso el interés de la persona se capitalice, haciendo que el crédito inicial aumente su valor.
Lo que se logra con el periodo de gracia no es cancelar todas las deudas pendientes, sino, más bien, aplazar el pago obligado del deudor, de forma que tenga pueda iniciar los pagos en un punto donde crea que se encuentre económicamente estable.
En otras palabras, lo que hace el banco es otorgarle su correspondiente crédito a la persona, y darles un plazo específico en el que tendrá que iniciar los pagos que salden las deudas. Mientras, los intereses se siguen generando, incrementando el pago final de la deuda.
Entre los errores más comunes relacionados con este proceso, es que las personas piensan que la deuda del crédito quedaría cancelada, lo que ya hemos dejado claro no sucede con la acumulación de intereses. Así mismo, algunos se confunden al pensar que el “tiempo muerto” es diferente al periodo de gracia, cuando ambos términos son los mismos.
¿Cómo funciona?
Una deuda puede operar bajo el periodo de gracia solo al principio de las conversaciones de la deuda, por lo que tiene que ser algo que sea acordado por ambas partes, deudor y banco. Así, el plazo para iniciar el cumplimiento de las obligaciones comenzará una vez que el periodo de gracia haya terminado.
Todos los detalles relacionados con la fecha, el aumento que tendrá el crédito a pagar y por cuanto se prolongará la deuda quedarán escritos bajo un contrato que será acordado por ambas partes. Por lo que se recomienda prestar atención a lo que dice el papel antes de comprometerse a aceptar un crédito.
No pagar los intereses que se hayan capitalizado en la deuda por el periodo de gracia puede provocar que se registre una falta en el historial crediticio, una multa y, en el peor de los casos, se podría llegar a asuntos legales que lleven al deudor a la cárcel si se demuestra que evitó pagar sus cuentas de forma consciente.
¿De qué sirve adquirir un periodo de gracia?
Puede que a muchos no les sea conveniente aumentar el costo de su deuda para recibir la misma cantidad de crédito, pero lo cierto es que el periodo de gracia es un sistema bastante útil para aquellos proyectos que tienen periodos improductivos donde no se generan nuevos ingresos con los que saldar sus deudas.
Por lo tanto, las personas que podrían acceder a nuevos ingresos en un periodo de tiempo específico, buscan situar una fecha de su periodo de gracia que coincida con su primer pago.
Así que, para finalizar, hay que decir que el periodo de gracia no es algo que cualquier persona debería optar, sobre todo si ve que los nuevos intereses puedan perjudicar su economía, y que requiere de una estrategia creada por aquellos interesados en solicitarlo para su crédito bancario.